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19
Abr
Cargas refrigeradas ¿Cómo transportar a la temperatura precisa?
A la hora de lidiar con cargas refrigeradas nos encontramos con dificultades especiales. No es simple mantener las temperaturas y humedades requeridas por la cadena de frío durante el transporte. ¿Cómo hacen los operadores logísticos en estos casos? Con la ayuda de cajas aislantes, y fuentes de frío o calor, pueden llegarse a resultados satisfactorios. ¡En esta nota te los contamos!
¿Qué son las cargas refrigeradas?
Cuando hablamos de cargas refrigeradas nos referimos a las mercancías que requieren una temperatura específica, distinta a la temperatura ambiente. Esta es una exigencia de higiene, ya que ciertos productos pueden perder su calidad e incluso ser dañinos para la salud si no se mantienen en la temperatura adecuada durante largos períodos. Es por esto que existen incluso leyes para regular esta situación. Algunos ejemplos de cargas refrigeradas pueden ser:
- Alimentos,
- Medicamentos (como la vacuna del Covid-19),
- Productos químicos,
- Producciones agrícolas,
- Flores.
Con respecto a las temperaturas requeridas, estas varían de producto a producto. Por ejemplo, encontramos que los helados deben ser transportados a -15 °C, pero por otro lado la leche soporta hasta los 8 °C.
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¿Qué pasa si no tenemos en cuenta una carga refrigerada? Para empezar, como dijimos, puede ser perjudicial para la salud de los consumidores y/o para la calidad el producto. Luego, puede traer problemas con la normativa de SENASA. Además, se desprenden una serie de riesgos de pérdida económica y de reputación. Si tu producto causa una mala impresión por llegar en mal estado, puede causar mucho daño en la calidad y será difícil de revertir.
Las tecnologías en control de temperaturas
Mantener la integridad de la carga necesita de dos tecnologías. Primero, por el lado del empaquetado, se precisa una caja que aísle la temperatura interior. Luego, en las sucesivas instancias de almacenamiento y transportes, es necesaria una fuente de frío o calor cerrada herméticamente.
Esta fuente puede ser o no mecánica (como el hielo o los gases licuados). A partir de esta distinción, se dividen los vehículos y almacenes. Si cuenta con una fuente mecánica, y la temperatura puede ir de los 12º a los -20ºC, estamos hablando de un frigorífico. En cambio, si tiene un valor sostenido de 12º, se trata de un calorífico.
El monitoreo de transporte de cargas refrigeradas
En general cuando se habla de monitoreo, se asume que estamos hablando de localización en tiempo real por GPS. Este fue un gran avance para brindar tranquilidad a la gestión de flotas y al cliente. Hoy, se están tomando nuevos pasos hacia otros monitoreos, por ejemplo: el de temperatura.
Gracias a una telemetría podemos saber de modo remoto la temperatura de cada vehículo. Estas informaciones se centralizan en las oficinas de gestión de flotas. Además, es acompañada por el estado de los vehículos y su equipamiento que pueden incluir nociones como el encendido o apagado, tiempos muertos y estado de los motores.
Así, podemos supervisar toda la operación. A esto se suma la posibilidad de contar con datos precisos de cada transporte para encontrar nuevos modos de reducir ineficiencias logísticas.
¿Cómo funcionan los modos para medir temperaturas? En general, estas cargas específicas, cuentan con sensores de temperatura y humedad en el interior de la caja. De este modo, pueden detectarse pérdidas de temperatura y actuar antes de que se rompa la cadena de frío.
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También existen sensores para la apertura y cierre de puertas herméticas. Este es uno de los momentos en que más se pierde la temperatura de las cajas. Al reducir tiempos de apertura de puertas, logramos evitar accidentes y a la vez ahorrar. Se ahorra ya que cada vez que abrimos la puerta, la fuente hace un esfuerzo extra para devolver la temperatura necesaria al interior de la caja.
Reducir temperaturas de las cargas en el largo plazo
La tecnología nombrada anteriormente puede ser suficiente para el control de flotas que transportan cargas refrigeradas. Pero los gestores pueden optar por un análisis macro de su operación para entender dónde más puede romperse su cadena de frío en el mediano y largo plazo. Solo de este modo pueden detectarse ineficiencias y procurar posibles mejoras.
En Tradelog ofrecemos un servicio dedicado para cada una de nuestras cargas, para llevar adelante cada trabajo con especialistas para las necesidades de los clientes. Por eso nos interesa informarte sobre el cuidado de las cargas refrigeradas, una mercadería tan particular. Sabemos que sólo manteniéndote a la vanguardia de estos cuidados se puede llegar a ser una empresa líder en el sector.
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